Si oyes el chisporroteo del fuego, el olor a carne asada y una buena playlist de fondo... es que alguien está organizando una parrillada. Y si es latina, prepárate para un festín de sabores, risas y mucha improvisación con estilo.
En este artículo te damos las claves para que montes tu propia parrillada latina perfecta, desde la selección de carnes hasta los mejores acompañamientos y tipos de salsas. Spoiler: vas a querer encender las brasas hoy mismo.
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, la parrillada y la barbacoa no son exactamente lo mismo. La barbacoa suele referirse a carnes cocinadas a fuego indirecto, a veces con tapa, y con aliños dulzones o ahumados, es un término más usado en Europa o Estados Unidos. La parrillada, en cambio, es puro fuego directo, hierro caliente y paciencia.
En Latinoamérica, una parrillada es un ritual. No se trata solo de comer, sino de reunirse, de preparar la leña o el carbón, de discutir quién tiene "la mejor mano" con las brasas, y de abrir una cerveza mientras se espera que la carne esté sobre la parrilla.
Y por si fuera poco, cada país tiene su estilo, sus cortes de carne favoritos, sus guarniciones preferidas y hasta sus propias reglas sobre cuándo dar vuelta la carne o cuándo ayudar al parrillero mientras trabaja. Porque sí, organizar una parrillada también es un deporte de equipo.
Si hablamos de una parrillada con todas las letras, no pueden faltar:
¿Y si hay invitados vegetarianos? También puedes añadir brochetas de verduras (calabacín, champiñones, pimientos), queso a la plancha o provolone a la parrilla y mazorcas de maíz con mantequilla y especias.
Una buena parrillada es inclusiva y sabrosa para todos.
Una parrillada no es solo carne. Es también un festival de acompañamientos que suman color y sabor:
Y hablando de equilibrio, una buena salsa puede marcar la diferencia. Si buscas darle un toque picante o fresco a tu parrillada, te recomendamos:
¿No sabes cuál usar? En este artículo te contamos cuál es la salsa idónea para cada ocasión.
Para beber, no te limites al clásico vino tinto. También puedes tomar:
Y si tienes niños en casa, ¡no olvides los zumos naturales o batidos de frutas con hielo!
La reina de las parrilladas. Con cortes como el asado de tira, la entraña, el vacío y la provoleta. Todo a fuego lento y con chimichurri como compañero fiel. En Argentina, la parrilla es una institución. Y si no hay pan casero al costado, alguien se va a quejar. Se acompaña con ensaladas sencillas y vino Malbec.
Parecida a la argentina, pero con su propio ritmo. Más achuras (riñones, mollejas, chinchulines) y mucha devoción por el punto exacto de la carne. Todo se cocina en parrillas gigantes y, muchas veces, sobre brasas de leña. El ritual empieza desde temprano, y termina con mate mientras se apagan las brasas.
Aquí se mezcla la carne con embutidos como la longaniza, el chorizo santarrosano y la morcilla. No puede faltar la arepa, ni el ají casero para acompañar. Es una fiesta para compartir en familia, con cerveza bien fría y mucha salsa (de la musical también). A veces se sirve todo junto sobre una hoja de plátano: sabor, color y tradición.
Costillar, chunchules, prietas y, por supuesto, el infaltable pebre. En Chile la parrilla también es parte del folclore y se disfruta en fiestas patrias, reuniones y cualquier día que se preste. El pan amasado, calientito, es el extra que todos esperan. Algunos también suman ensaladas con porotos verdes, tomate y huevo duro.
Aquí no hay reglas, pero sí mucha personalidad. Las carnes se marinan con especias y se acompañan con tortillas, nopales, cebollitas cambray y salsas que levantan el alma. Todo se convierte en taco, y eso es algo maravilloso. Además, se preparan también elotes (mazorcas) asados, quesadillas a la brasa y hasta piñas rellenas.
Prepara todo con antelación: ten las carnes adobadas, las bebidas frías y los acompañamientos casi listos antes de que llegue la gente.
Y recuerda: ¡la mejor parrillada es la que se comparte! No importa si es en un jardín, en la azotea o en una terraza con brasero portátil.
Organizar una parrillada latina perfecta no es una ciencia exacta, pero sí es un arte con mucho corazón. No importa si tienes un jardín, una terraza o solo un antojo: lo importante es la actitud. Pon la música, enciende las brasas, en Goya Europa nos encargamos de poner el sabor de Latinoamérica directo a tu mesa.
¡Fuego, sabor y buena compañía! Así se hace una parrillada con alma latina.
Artículos relacionados