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Ya está a la vuelta de la esquina una de nuestras festividades favoritas: el Día de Muertos. Esta tradición tiene recetas que han pasado de generación en generación, y todas ellas nos encantan no solo por su sabor, sino por la historia que se esconde detrás de cada una de ellas.
El Día de Muertos cuenta con una historia que cada vez se va haciendo más conocida en países europeos. Esto ha sido gracias a artistas como Frida Kahlo que nos han acercado la cultura mexicana, o a obras audiovisuales como <<Coco>> una película de Disney que a través de sus dibujos nos ha acercado toda la historia tanto a pequeño como a mayores.
Sin más dilación, te contamos un poco más acerca del recorrido cultural del Día de Muertos y a sus recetas tradicionales basadas en ingredientes mexicanos.
El Día de Muertos se celebra cada año el 2 de noviembre y sería el homónimo de lo que en España conocemos como el “Día de los difuntos”. Sin embargo, tienen muchas diferencias. Esta festividad tiene su origen en México y tiene como propósito celebrar la vida de aquellas personas que ya no se encuentran físicamente con nosotros.
Se dice que el origen se remonta a la época precolombina, cuando los aztecas homenajeaban a la diosa Mictecacíhuatl, también conocida como “Reina de los Muertos”. Con la llegada de los españoles, la festividad se mezcló con algunas creencias de la religión católica, por lo que lo que hoy celebramos con orgullo es una auténtica fusión de tradiciones de varias culturas.
A diferencia de lo que celebramos en España en el día de los difuntos, el Día de Muertos se caracteriza por una festividad llena de alegría y colores fruto de la conexión con aquellos familiares y amigos que ya no nos acompañan “a este lado” del mundo. Para ello, las familias colocan en conjunto unos altares llenos de fotografías y colorido que se adornan con ofrendas (algunas de las más típicas son velas, incienso, comida u objetos personales de la persona fallecida). ¿El objetivo de dichas ofrendas? Servir de guía a las almas para que, por un pequeño periodo de tiempo, vuelvan al mundo de los vivos para reencontrarse.
Emocionante, ¿verdad? Veamos algunas recetas típicas para celebrar este día.
Entre las ofrendas que se realizan en los altares, está la comida. Y no se prepara cualquier tipo de elaboración. En la cultura popular mexicana podemos encontrar algunas recetas que son imprescindibles por su arraigo. Echemos un vistazo a cinco que tienes que conocer:
El pan de muerto es la receta más emblemática que rodea a esta celebración. Se trata de un pan con una textura suave y esponjosa ligeramente dulce. Tradicionalmente se decora haciendo hendiduras en la masa hasta que, tras la cocción, se pueden entrever huesos y cráneos en el pan.
Estos son los ingredientes indispensables para prepararlo:
Para preparar la masa, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Después, agrega la levadura y sigue amasando. Una vez lo tenemos, añadimos la mantequilla y le damos vueltas hasta que consigamos una textura arenosa. Ahora es momento de añadir los huevos y continuar mezclando hasta que estén bien integrados. Añade el agua de azahar, la ralladura de naranja y la leche tibia. Ve amasando hasta conseguir una masa de textura suave y elástica.
Una vez tenemos la masa, la cubrimos con un paño limpio y húmero para dejarla reposar a temperatura ambiente durante aproximadamente 1 hora (o hasta que su tamaño sea aproximadamente el doble de como lo dejaste).
Llega la parte creativa. Separa la masa en dos partes iguales (una servirá de base y la otra para las decoraciones). La base deberá ser una bola grande. Para lo demás, puedes hacer las formas que quieras (habitualmente calaveras o huesos) para ponerlos por encima y que se horneen con el dibujo.
Para el cocinado, precalienta el horno a 180º, pincela el pan con mantequilla y hornéalo unos 25-30 minutos hasta que se dore. Por último, si te apetece, espolvorea azúcar glas por encima para un acabado de ensueño.
¡Y ya lo tienes! A disfrutar.
Otra de las elaboraciones clave de este día son las calaveras de azúcar. Habitualmente las puedes encontrar como ofrendas en los altares y tienen forma (como ya puedes intuir) de cráneos humanos. Lejos de querer ser una representación fantasmagórica, buscan ser alegres y tienen como objetivo celebrar la vida y también la muerte, naturalmente.
Estos son los ingredientes que necesitarás para prepararlas:
En un bol grande, mezcla el azúcar, la clara de huevo y el zumo de limón. Mezcla a conciencia hasta conseguir una masa homogénea. Para moldear esta pasta en forma de calavera, necesitarás de unos moldes especiales. Aunque si no tienes ninguno a mano, ¡puedes darles forma a mano!
Deja que esta masa se seque en el molde durante uno o dos días. Una vez estén totalmente secas, te recomendamos decorarlas con azúcar glas de colores (que se consigue mezclando el azúcar glas con un pelín de agua y colorante alimentario) para darle un extra de alegría al resultado final.
Esta receta típica de Día de Muertos es un caldito reconfortante con un colorido perfecto para darle vida a esta festividad. Aunque no es de las recetas más conocidas, sí es típica encontrarla en reuniones familiares en estas fechas.
Estos son los ingredientes que necesitas:
Para la elaboración, lava bien las flores de calabaza y quita con cuidado los pistilos y estambres. Una vez las tengas listas, córtalas en tiras finitas y reserva.
En una olla grande, haz un sofrito con el aceite agregando la cebolla y el ajo hasta que se hayan dorado. Una vez estén dorados, toca añadir la calabaza picada y saltearla.
Vierte el caldo y lleva a ebullición para cocer durante unos 15 o 20 minutos (hasta que la calabaza esté tierna). Sazona con sal y pimienta al gusto.
Para servir, ponla en un bol y decora con las tiras de tortilla de maíz.
Esperamos que estas recetas te hayan acercado un poco más la cultura mexicana. Recuerda que, compartiendo estas recetas con los tuyos, estás colaborando a que estas preciosas tradiciones se sigan expandiendo y traspasando fronteras.
¡Feliz Día de Muertos!